Archivos Mensuales: junio 2013

Los dependientes

10-peru-ecuador

Jugar conlleva la responsabilidad de asumir un rol. El fútbol es un todo. Errado sería caminar distanciados. Si partes se separan, pierde tu equipo y pierden los jugadores. La selección peruana, a lo largo de estas Eliminatorias, ha demostrado lo contrario a temporadas atrás. A temporadas donde Chemo del Solar solo juntó a un plantel y olvidó lo de «equipo». El trabajo significativo de un entrenador está en consolidar esas piezas para pulir una sola, de lo contrario, es muy difícil alcanzar los objetivos por mucha calidad que exista. Hoy por hoy, Sergio Markarián lo ha hecho, aunque muchos pequen de oportunistas y no le hayan otorgado ese mérito hace mucho tiempo. 

Lo que da a entender a mucha gente Sergio Markarián, es lo mismo que Claudio Pizarro. Su juego es vital, como el de Guerrero, pero sus goles, en este país, son el equivalente a «dejar todo, dar la cara, sudar la camiseta…«. Si no hay goles, Pizarro será mal recordado siempre, como las derrotas del Mago.

El partido ante Ecuador tuvo, en gran parte, juego mental. Lo realmente destacable no fue el plan, sino ejecutarlo de la mejor manera durante 90 minutos. El gol tempranero de Pizarro produjo tácticamente un buen desarrollo en la segunda parte. Sobre todo, porque al equipo le permitió respirar y guardar energías para cumplir los roles defensivos tal cual estuvieron previstos.

El equipo de Reinaldo Rueda tiene muchos problemas. Problemas en el marcaje zonal (forma un 4-2-4 y no ocupa bien los espacios), problemas transitando defensivamente, problemas gravísimos en sus centrales (Guagua y Erazo), y sobre todo, la falta de fluidez en mediocampo (Rueda utiliza un volante ofensivo y otro defensivo, que no interviene en la creación). ¿Por qué está tercero? Tienen un sistema sencillo, pero extremadamente eficaz si el rival no está concentrado. Los córners y contragolpes (transiciones ofensivas) son su punto fuerte, y si el marcaje es apenas «bueno», Caicedo, Montero y Valencia están en completa ventaja. Justo a partir de ahí, Markarián armó y ató todo:

pivote

Perú salió con un 4-4-2. Ante la falta de Cruzado, Ramírez ocupó su lugar, habiendo un ajuste. ‘Cachito’ se adelantó unos metros. Retamozo, guardando posición, quedó como un solo volante. A partir de esa imagen, Perú empezó a construirse, pero nada dijo «listos» hasta que Pizarro y Guerrero no se presentaron. Los delanteros no son solo delanteros. Compartiendo un mismo dote, resguardaron el balón cuando lo recibieron. Al ras o por los aires, la virtud de girarse y tirar el apoyo al de su costado fue genial. Ante la escena repetida, surgieron los problemas para Ecuador. Los movimientos de Vargas (partiendo del centro hacia su izquierda) y Ramírez fueron claves (ver la imagen): jalaron marcas, tales como al defensa que respiraba la nuca del nueve, como atrayendo un volante para la filtración de Ramírez. El vértigo, en cierta parte, se sumó a la cabeza rival, y encima, su línea de cuatro descontó a Noboa, que tuvo notables problemas para el cierre de líneas.

La estrategia, en gran medida, se ocupó en hacer sufrir la zona central rival. La zona de los centrales. La zona, también, de los pivotes. En el segundo tiempo, Guargua y Erazo dejaron de sufrir. Pasó el dominio a otro escenario: Ecuador conservó mayor tiempo el balón, pero no por una maniobra suya, sino por Sergio Markarián.

1+3 sistema

Los de Sergio pasaron a replegarse en 4-4-2: cada uno con su par, excepto Retamozo, que se retrasó para generar superioridad numérica con Zambrano y Rodríguez ante los puntas Rojas-Benítez (luego sustituido por Caicedo). De esa manera, y a pesar que Ecuador intentó mediante rupturas y sprints varios desbordes por las bandas, no tuvo con gran diferencia sus oportunidades en el área de Fernández. En las pocas que sí llegaron, sobresalieron tres errores de Herrera al anticiparse. Después, las transiciones defensivas las cubrió con honores Edwin Retamozo, volante de gran resistencia física que desplegó especies de coberturas cuando Ecuador salía a la contra, y la pareja Zambrano y Rodríguez, que se anticiparon absolutamente a todo balón cortado realizando también coberturas tremendas, muy especialmente el segundo.

RetamozoPero pasemos a hablar más en específico. Desde que Pizarro y Guerrero dejaron el protagonismo para sumarse el plan B, el orden destacó más que los propios aplausos. Retamozo asumió un rol de acuerdo a su condición. Con Yotún adelantado (ver imagen), o Herrera (ver imagen) sin apoyos (Montero lo desbordó muchas veces en el 1×1), el abancayino se merendó todo sumando su peso sobre el ataque de Montero o Valencia. Makarián (sobre todo) hizo bien, porque camufló el principal defecto del ’22’: caer fácilmente ante el regate individual. Encima, al estar en banda, no existió la mínima intención ecuatoriana de circular el esférico. Son verticales. Ante eso, Markarián le indicó los puntos débiles… y él empezó a correr.

Herrera2Por otra parte, el ataque de La Tri desató preocupación solo en nuestra transición defensiva. El problema era que, el dejarle un mínimo espacio, significaba un un sprint rapídismo sin corrección alguna. Lo bueno: el único regate. Montero y Valencia no tenían una bicicleta, una croqueta o una elástica. Por eso, si se ejecutaba una correcta anticipación y una precisa lectura de movimientos el asunto se llevaba con comodidad. Herrera fue el otro partícipe de ese juego aparte. El más indicado, en evidencia. Y como ante Jefferon Montero tuvo aciertos y fallos (ver imagen), demostró, justo en esas escenas, el gran trabajo de Markarián ante el intento de frenar el peligro. Hubo horas de vídeo y trabajo técnico detrás.

Por otro lado, y como último punto, el gran empuje que tuvo el Estado Nacional con los nuestros fue increíble. Ergo, la mentalidad, en su tope. Sin tomar en cuenta la meta, el trazo hacia ella es la correcta. Si ante el arco de Domínguez, Pizarro no la hubiera clavado como aquellas que solo se ven en el Allianz Arena, quizá todo no hubiera significado nada. Entre la insistencia por conseguir lo difícil, a veces, sólo hay un instante. Un momento inesperado. ¿Se extenderá el sueño?

«El fútbol es un deporte de equipo, y los miembros del equipo son por lo tanto el dependiente, el uno sobre el otro. Si ciertos jugadores no realizan sus tareas correctamente sobre el campo, sus colegas sufrirán…» -Louis Van Gaal-.