El poderoso ‘Timao’

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Hace tres años que un equipo sudamericano no contrarresta tanto a uno europeo. El Barcelona abordó muchos más conceptos y en plena coronación como equipo del año, se chocó fuerte con un modesto Estudiantes de la Plata. El Corinthians, con una manera de jugar coherente, trabó a un rígido Chelsea desde distintas piezas claves a lo largo del encuentro.

En primer lugar, este año ha sido la demostración de aspectos del juego gauchos que el Tite ha complementado con una filosofía bastante inculcada en Brasil. Es importante señalar que cuando me refiero a la filosofía bastante inculcada en Brasil me estoy refiriendo al jogo bonito o la imborrable escuela brasileira desde muchos años atrás, donde los jugadores improvisaban y desenvolvían el fútbol de su equipo conforme a calidad e inspiración individual. En 1982 se le sumó una idea -por necesidad- que llamaba al orden defensivo. Esto no pasó por alto, pero el estilo a partir de entonces se llegó a consolidar como el contragolpe. Aun así, y a pesar de las críticas, el Tite le ha añadido dos cosas importantes y trascendentales: recomposición rápida defensiva y apoyos frontales en la delantera. Gracias a ello se puede ver un fútbol mucho más fluido en ataque -aunque sin dejar de ver pérdidas- y una restauración a través de permutas si el rival toma posesión.

Esquemas posicionales de los dos conjuntos.

En 90 minutos Cech no tuvo más de una ocasión donde un delantero se le haga presente cara a cara. David Luiz, Cahill y algunas veces Ramires taponaron una transición gaucha que nunca tocó fin. Pero como aquellas historias envueltas de honor y justicia, se hizo presente aquel momento épico donde cualquier detalle marcó la diferencia; le tocó a Paolo Guerrero y el ‘Timao’ fue campeón.

Lo realmente determinante, en primer lugar y al borde de señalar al Corinthians como equipo TOP, fue presenciar a un Chelsea sin esa ambición por tramitar procesos intelectuales en sus jugadores. 4-2-3-1 muy rígido: movimientos típicos de Mata recostándose en banda para conectar con los extremos, Ramires y Lampard escalonando según ocasión, Hazard y Moses sin la compañía de laterales que desdoblen, y Torres muy ‘higuainesco’Benítez, a sabiendas que en la vida hombres como Emerson o Paolo iban a ganar al cuerpo a cuerpo a jugadores de la Premier League, no se creó preocupaciones y quiso que su equipo se aferrara únicamente al juego directo. Si añadimos a la ecuación que el Corinthians retrasó muchos hombres como Jorge Henriquez, negando conexión interior, se explica todo.

Pero, con esto de antemano, ¿el juego directo fue provocado? Muchos balones a la cabeza del punta, pero pareciese que no fuera culpa del ‘Timao’ que esto ocurriera. El Chelsea es un equipo con laterales que no corren igual que antes, y circulando y filtrando balones hacia los costados, no se veía. Una opuesta hipótesis llegó después ya que el Chelsea aprovechó minutos donde el equipo del Tite bajó su altura de presión, colándose en 3/4 de campo. Fue un bello panorama para Lampard, pero lástima que durara poco al encontrarse con hombres de poca tregua. Sea como sea, Fernando alguna iba a cazar, y sí que llegó su momento.

Paulinho encima de Ramires y Emerson de Lampard.

Ante la inminente oportunidad de Fernando, el Chelsea muy pocas veces llegó al área contraria a través del juego directo. Lo que observamos a continuación fue Art of Defense. El Corinthians desarrolló su máxima expresión. Quizá podamos dividirla en dos facetas. La primera fue cuando el equipo ‘blue’ pisó campo rival. Ahí se observó que Jorge Henriquez y Danilo, los extremos, se convertían en  segundos laterales, mientras la defensa replegada esperaba por anticipar. Los que cerraban el centro era la línea de 4 y Ralf por delante. Pero ante tanta espera, Alessandro se dio el lujo también de salir a buscar sin preocupaciones de su espalda. Yo lo quise llamar ‘Escudo y lanza’; ustedes ya entienden:

Defensa gaucha replegada con su doble lateral.

Defensa de Ralf-Danilo y próxima anticipación de Fabio Santo.

Escudo compacto (línea de 5 con Danilo y J.H.) y dos lanzas (Alessandro y Ralf)

La segunda faceta se vio beneficiada por los pocos contra-atacantes del Chelsea. El Corinthians sumaba hombres por el sector opuesto del atacado y al llegar a medio campo recuperaba. Hubo dos o tres de estas imágenes, hasta el segundo tiempo, donde Rafa decidió soltar cabos sin precaverse de un último actor en escena.

En los segundos 45 minutos Benítez quería el gol. Pero la verdad que esto vino confundido con un juego menos ambicioso. Prescindió de sus extremos y mediapunta en la defensa organizada, y los mandó a esperar el contragolpe. De esta forma el Chelsea llegó como un relámpago haciendo que la veloz transición defensiva gaucha opacara sus virtudes. Paulinho era testigo; no sin más su juego de naturaleza llena de virtudes y errores, se convirtió en el precio caro debido a las pérdidas continuas por el sector de Alessandro. Esto en un principio no fue problema porque el Chelsea no tenía pensado fijar más gente delante y porque el plan brasileiro no tiraba de tanto daño ofensivo. Paulinho era el hombre del partido, pero justo en el momento del cambio, la moneda fue girada, porque el Tite, astuto, metió a Guerrero al juego. Con ello ganó lo que a Rafa nunca se le pasó por la cabeza: desangrar enormemente al equipo inglés.

Guerrero garantizó retención de balones a través del juego de espalda.

Guerrero en dos tomas en su juego de espalda por derecha.

Ya no existía, ergo, un costado derecho ‘cojo’; ahora podían triangular, y aun peor, cambiar de orientación. El peruano permitió fijar balones cómodos en ese sector y que Alessandro o Paulinho levantaran cabeza hacia Emerson o Fabio Santo. Por otra  parte, el mismo Paulinho ya no pagaba factura física porque no tenía que recorrer todo el ancho como antes (cuando se llegaba con un único referente: Emerson). Ahora en ambas bandas se podía triangular, y la defensa ‘blue’ fue vista como una ‘perita en dulce’ por minutos.

Llegó el ansiado gol, y el Corinthians decidió recostarse sin soltar su apuesta ofensiva. Los primeros ataques posicionales que se habían visto en todo el partido permitió soñar con jugar ante la abigarrada y desesperada mentalidad europea. Finalmente y ante la inesperada sorpresa de Rafa, hizo ingresar a Óscar y Azpilicueta. Los balones precisos del brasileño y las centros veloces del español lo hicieron soñar por segundos. Lo malo es que era tarde; a Hazard le quedó un espacio grande para desdoblar con naturalidad, y a Torres se le hizo gigantesca la estatua de Cassio.

El cierre del Corinthians tanto en la primera como en la segunda parte (no solo porque sus extremos convertían un doble lateral) fue continuo y cada vez más sentencioso. Por eso siempre el gol recayó en Torres. Si se hacía algún desmarque ganaba, aunque de ese partido para qué seguir debatiendo. Sobre todo lo demás, al Tite no debe importarle que Benítez no haya precavido. Golpeó con más saña y eso es para querer abrazarte con los tuyos. Se merece mucho.

Referencias:

Corinthians vs Boca Juniors – Final Libertadores 2012

El Brazil de Tele Santana (España 1982)

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