La joya perdida

Cada jugador tiene una responsabilidad en el partido, y cuando el equipo está con la pelota, los de su alrededor tienen la obligación de moverse. A una dosis perfecta, hoy por hoy, la cumplen dos delanteros centros: Falcao y Alexis Sánchez.

«Mi posición natural es de delantero», decía Diego Forlán unos días antes frente a su partido contra Sudráfica. Casi nadie lo tomó en cuenta, pero creo que junto a esa dupla mencionada anteriormente, se podría unir el uruguayo y quedar incluso como mejor referente.

El Inter en su partido en Francia, hizo un partido gris, pero creo que la gente se fijó mucho en el mediocampo, y no con lo que hizo Diego; que si tuviera 20 años, Pep Guardiola ya estuviera haciendo lo que sea por llevarlo al Barça. Sus movimientos sin balón, por naturaleza son tan increíbles, que te deleitas con las lecciones que te deja en evidencia. No han sido en vano los elogios y «guiños» que le mandaba Pep hacia Forlán desde que se marchara Eto’o…

En Uruguay & Atleti no ha explotado tanto esta cualidad por ocupar una labor más constructiva, retrasándose una línea para combinar y así dar fluidez en 3/4. Siempre ha sido catalogado como un mediapunta pero creo que encaminado hacia ese rol, ya encontró su techo.

De ‘9’ puro nunca probó. Por lógica, viéndolo ahora te desanimas totalmente por notar una situación física no tan fresca, y la envergadura no hecha para luchar dentro del área, pero si hablamos ya de Fútbol moderno, Diego es una joya perdida. Por naturaleza creo que siempre ha sido lo que hoy Alexis Sánchez es, pero las circunstancias no le permitieron y este pedazo de futbolista se quedó en las ganas de muchos proyectos -como el de Guardiola en el Barça- que estoy seguro hubiera encontrado la determinancia mucho más elevada que en sus otros equipos.

Aquel punto dulce que puso Diego Forlán al partido, se puede conceptuar como la eficacia en encontrar líneas de pase, desde el engaño y los movimientos constantes.

Francamente admiré el plan de Ranieri. Quiso hacer el partido para él y nadie más. Aprovechando un poco el vértigo que se creaba en la zaga del Marsella, sorprendió con algo inédito y encima de la mano de balones aéreos. Todo lo que creó Forlán por su cuenta, se desencadenó en pelotas por alto, y mientras el uruguayo sorprendía, el impacto visual crecía.

Búsqueda de espacios por cuenta propia

(línea amarilla: conductor, línea roja: receptor-Diego)

1. Mala ubicación del central, por lo que aprovecha, y gana la espalda.

2. La pide al espacio; a la vez que gira, y se perfila.

3. Rodea a su marcador quedando en ventaja para poder perfilarse cómodamente.

4. «Jugando con su marca», lo traslada hacia adelante con la intención supuesta de recibir una pelota del interior, pero gira rápidamente y se lanza al espacio, sorprendiendo de forma escandalosa al quedar con ventaja posicional.

5. De igual forma, esta vez engaña al lateral, moviéndose para recibir un balón, pero sorpresivamente termina perfilándose hacia el espacio de su espalda. Es importante el rodeo al rival como solución a quedar cómodo al perfil que quieres ir.

Desde el plano colectivo, trazando líneas de pase

 Con ayuda de sus compañeros se puede hacer grandes cosas, y creo que ahí es donde pudo estar el punto de inflexión. Bien pudo salirle bien o mal a Ranieri, pero creo que por estar desacostumbrados, Zanetti o Sneijder no conectaron rápidamente con Diego a pesar que ofreció cantidad de oportunidades.

6. En segunda jugada, Zanetti actúa premeditadamente en lugar de aprovechar la clara línea de pase que ofreció Forlán.

7. Nuevamente, Zanetti no comprende los movimientos de Forlán, o el desmarque de un punta con sus característícas. Da la pelota a sus pies, en lugar del espacio.

8. Intensificando el ataque sobre un sector; en segunda jugada, Forlán quiso sorprender desde un segundo plano. Su adaptación a las posiciones es imprescindible para ser siempre factor sorpresa.

9. Forlán quiso hacer una jugada rápida con Sneijder, yéndose a combinar primero para después girar y sorprender al espacio.

-Claro que, dentro de un plano resolutivo que se vio siempre exigido por la rapidez de respuesta a Forlán, algunas sí que funcionaron desde el ras del piso. Principalmente, fijando posiciones como lo hizo Zárate.

10. Zárate capta atención, mientras Diego gana la espalda. Crean vértigo fácil.

11. Desde un ataque de la izquierda, Zárate vuelve a fijar al lateral derecho, por lo que Forlán aprovecha su espalda para crear a través de su movimiento, un carril libre, y perfilado. Queda mano a mano contra el portero.

Forlán, un delantero convertido en mediapunta, creo que hubiera alcanzado un éxito mayor desde sus giros y rodeos; creando paralelamente espacios con líneas de pase muy cómodas para los de su alrededor. Diego, con 32 años, es una joya perdida…

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