Del Bosque en 45 minutos


Hoy por hoy, España encuentra mucha más fluidez de la que encontraba hace un año. La pregunta que se hicieron todos después de la lluvia de críticas que facilitó la apuesta por Sergio y Xabi juntos, se desvaneció completamente el sábado ante Francia. Blanc dijo conocer la manera de contrarrestar a España, pero creo que facilitó varias cosas, tan solo por el hecho que los nombres de la línea volante no reunían todos los requisitos defensivos.

Y es que creo saber los méritos hispanos en este encuentro, es por eso que trataré de sintetizar de la mejor manera el sistema operativo de Vicente en la primera parte. Partiendo de un aspecto comenzaremos el análisis: la altura de presión francesa. No alteró, en efecto, esta variable, pero es un buen dato para trabajar en lo que hicieron desde las salidas.

El 4-5-1 de Francia les sometió a vivir en su campo. Era su plan, aunque le salió caro. Cabaye, parte del supuesto trivote, presionaba el enlace que Xabi Alonso hacía junto a Ramos o Xavi. A partir, de ahí, España generó superioridad, aunque por el sector izquierdo, no logró mucha profundidad, al menos desde el pase corto.

Con Debuchy atento a los movimientos de Jordi, Cabaye estaba en desventaja, y se produjeron dos situaciones que en ningún momento del partido se volvió a presentar. La primera, que Xabi generándose un pasillo con Ramos, podía apoyarse a Cesc, escorado, o a Iniesta que continuamente trabajaba la espalda. Después, la oportunidad de profunidad se dio cuando Andrés se retrasaba jalando a su marca, creando el duelo 1 contra 1 de Alba y Debuchy, y del cual el español salió tremendamente beneficiado.

Me temo que el hecho de la presión francesa sobre la línea volante, provocó a cambiar a Del Bosque. Aun así, España dominaba porque tenía los recursos diferentes. Hay que tener claro que la diferencia espacial entre la línea media y defensiva era grande, y el hecho hizo que se activara la espalda de M’Vila y compañía. Cabaye sobre Alonso y Xavi mataron las posibilidades de interceptar algún balón de salida. Si no era resolutivo aprovechar el trabajo de espaldas por parte de Iniesta o Cesc, estaba Xavi comodísimo para cambiar de lado al siempre aprovechable Arbeloa.

El sistema operativo estaba claro que funcionaba a las mil maravillas por la izquierda, pero Del Bosque quiso aprovechar su sector derecho también, y cambió a Xabi y Sergio de posición. Eso exigió a Xavi bajar más ya que a tal presión rival era complicado acomodarse para tirar del pase largo. A Busquets no le fue problema porque solucionaba a un toque, pero en líneas generales se comenzó de manera constante aprovecharse de la espalda que salía en busca del error.

En contragolpe sufrió mucho Francia. Cesc generó pasillos gracias a la salida rápida, y Xavi continúo siendo el soporte o base de apoyo que es necesario en las transiciones rápidas. Blanc no se fijó en eso y perdió.

Por otra parte, Silva y Arbeloa estuvieron finos para la situación que Xavi o Alonso planteaban. Filtrar algún balón hacia Iniesta estaba siendo complicado, y es por eso que España se asentó mucho en esta parte. A partir de ahí empezó el gran transcurrir del ataque posicional hispano, y que colocaba a Sergio y Xabi en la base. Largas posesiones, poca profundidad debido al cierre de Cabaye y Ribery. Sea como sea, defender con el balón en los pies, significó encontrar la manera de asentarse sobre una presión que poco suturó a comparación de otros rivales.

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