El Athletic en su aventura por la Europa League, se enfrentó al Sporting de Lisboa. La vuelta acontecía una casi final con mucho sabor a gloria. Remontada, y sufriendo.
Dentro del contenido vasco, destacó el Athletic más puro. Sin De Marcos, se presentaba un once muy de acuerdo a la situación y destacable en uno de los partidos donde más requería de sentencia.
Fiel a su particular transición, esquematizó un 4-3-3. Luego de la línea de Iturraspe, se daban una serie de movimientos necesarios para el juego de Bielsa que básicamente comprende a Muniain; el futbolista que recorre y aprovecha todo el ancho del campo, y Ander; como base o apoyo de cada una de las jugadas de banda o centro del campo.
Luego, Llorente siempre estuvo como el 9 fijo que recibe los balones de espalda y crea segunda jugada, y Susaeta e Ibai, de “falsos” extremos, se movieron constantemente, retrasándose o cerrándose según el ejercicio colectivo preparado.
Por el otro bando, el Sporting se vio obligado a estar sin balón mucho tiempo. Lo malo es que, el Athletic generó muchas vías de salida -principalmente por Fernando-, y a partir de ello, el 4-2-4 que algo de bueno tenía, se redujo a un simple armado de líneas. Demasiado frágil, sin esencia ni recursos que explotar.
¿Cómo llegaron las oportunidades del Athletic?
Saliendo desde atrás, el detalle estaba en la posición de Iturraspe. Si arrancaba entre centrales, lo más probable era un balón largo aéreo a Llorente para que este reciba y cree segunda jugada o planteo en ¾ muy fácil; por lo que el doble pivote tenía que tener un grado de concetración alto y sobre todo no dejarse atraer mucho por los movimientos de los interiores –Ander y Muniain-.
Ahora, si esta infiltrado en el mediocampo, se preparaba salir por cualquiera de los dos carriles. Lo interesante también estuvo en que ambas bandas tienen lo suyo.
La banda derecha se basa desde la triangulación como base, y en donde Iturraspe, Susaeta o Muniain eran el vértice. Luego la llegada siempre la protagonizaba un ataque preparado. Tremenda organización y orden a la hora de actuar. Más notorio en este sector.
Y en el lado izquierdo, las combinaciones eran mucho más fluidas y en consecuencia, tenían la característica de tener muchas opciones de pase, tanto por le centro con Ander -el apoyo constante- e Ibai -el que abría y centraba-.
¿Porque sufrió mucho cuando los verdiblancos llegaban al área?
La personalidad colectiva del Sporting se veía potenciada cuando se fijaban en ¾ de campo. No llegaron mucho debido a la efectiva presión vasca al poseedor del balón, pero esas poquitas veces causaron descalabros. El problema generalizado del Athletic está en su defensa. Pasado mitad de campo, ya no es la presión al poseedor, sino la marca individual.
Lo detalloso de esto, es que el Sporting desbordaba mucho individualmente, y ante esa gran falla del Athletic por querer esperar la acción y no anticipar, automáticamente hizo que se activen líneas de pase y en consecuencia, causaba un daño total. Muchas veces, ante ese problema, los más cercanos marcadores procuraban achicar rápidamente, pero ni así se libraron, porque calidad en pase corto no faltaba en los portugueses y la improvisada acción defensiva rojiblanca era demasiado mansa -desde el marco táctico-.
¿Por qué no lograron sentenciar rápido?
Las salidas vascas estuvieron muy cómodas, pero su efectividad a un 50% debido a cierto fallo en el aspecto técnico, y luego la defensa organizada un desastre debido a la naturaleza ofensiva del Sporting, que era más individual.
Rincón futbolero 